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  • Orígenes

    De padre irlandés y madre catalana, Neil Harbisson nació en Londres el 27 de julio de 1982, donde vivió durante los primeros años de su infancia, hasta que él y su familia se trasladaron a la ciudad de Mataró (el Maresme).
    De pequeño, ya tuvo dificultades para distinguir los colores, hecho que en su entorno había atribuido a un problema de daltonismo. No fue hasta los once años cuando, después de una serie de pruebas oftalmológicas, se le diagnosticó acromatopsia, una deficiencia visual irreversible que le impide reconocer el color. Por este motivo ve en una escalera de grises.
    El tipo de acromatopsia que se li diagnosticó es provocada por una discapacidad neuronal congénita a la hora de recibir e interpretar la función del color. Neil tiene antecedentes familiares con síntomas similares.
    A partir del momento en que supo que no veía colores, ha pasado por distintas etapas de su relación con el color y lo que éste representa para él.

    Trayectoria

    Desde pequeño, Neil ya mostró inquietudes artísticas estudiando piano y bellas artes. A la edad de dieciséis años cursó el bachillerato artístico en el instituto Alexandre Satorras de Mataró, donde se le permitió utilizar toda la gama de grises para realizar los diferentes trabajos que se le pedían.
    Dos años más tarde, en el 2001, se fue al Walton's New School of Music de Dublín para continuar con sus estudios de piano y, al año siguiente, se trasladó al Dartington College of Arts de Londres.
    Durante el segundo año en Dartington, asistió a una asignatura de cibernética impartida por Adam Montandon y aplicada a la extensión de los sentidos. Neil se interesó por las sesiones y explicó su situación a Adam, quien consideró que su condición visual podía complementarse a través de un dispositivo cibernético que le permitiera percibir los colores a través del sentido del oído.
    Así fue como los dos crearon el dispositivo electrónico llamado Eyeborg y como Neil comenzó a distinguir los colores, abriendo así la puerta a una nueva forma de percibir el mundo. La experiencia fue tan positiva que el Eyeborg se convirtió en otra parte más de su cuerpo.
    En el año 2004, después de mucho esfuerzo, consiguió ser el primer cyborg con pasaporte, ya que el gobierno británico acabó permitiendo que apareciese en la fotografía con el ojo electrónico, dándole así el estatus de cyborg.

    Actualidad

    Con los años, Neil ha adquirido la capacidad de saber qué frecuencia sonora equivale a cada color y al mismo tiempo ha aprendido a convivir con el hecho de oír los sonidos y ruidos de su entorno, tanto los precedentes del color como los del ambiente.
    Él mismo define esta nueva condición visual como percepción "sonocromática" o "sonocromatópsia" (sono: sonido, chromat: color y ópsia: condición visual). Según él, el hecho de no quitarse nunca el ojo electrónico ha provocado variantes en su cerebro y tejido neuronal, pudiendo así interpretar el sonido y el color de manera recíproca y particular.
    El sonocromatismo se ha convertido en uno de los motores que impulsan sus creaciones artísticas y, al mismo tiempo, es una de las ideas que refleja en la mayoría de sus obras.
    Desde el año 2010, Neil tiene la intención de implantarse un imán entre la piel y el cráneo para percibir el sonido directamente al hueso y de esta forma hacer más cómoda la portabilidad del Eyeborg.